lunes, 28 de octubre de 2013

La sala de los Espejos

Dentro de una sala, cientos de espejos dónde solo puedes verte a ti, totalmente aislado, nada, ni comunicación ni nada, totalmente alumbrada, sin poder dormir, ni comer, nada, soledad, sin descanso, nada, solo tu rostro, mires donde mires, ¿Cuanto aguantarías? ¿Qué pasaría? ¿Te volverías loco? Hubo casos, de gente que se arrancó los ojos, gente que no puedo ver el reflejo de su alma corrupta, gente que no aguanto, ver el verdadero yo.

¿Qué os parece?

lunes, 21 de octubre de 2013

Una bonita melena

El cloroformo es muy útil para secuestrar personas, además si esa persona está sola y no te ve venir... uhm. me la llevé a mi casa, un sitio aislado del mundo, nadie oiría sus gritos. La encadené al techo por las muñecas, apenas llegaba al suelo con la punta de los pies y la dejé abandonada allí, quería que se despertase sola, sin saber donde estaba y con miedo. Quería que sufriera antes de empezar con ella. Aunque bueno, pensándolo, estar colgada de esa manera con unas cadenas viejas, cortantes y oxidadas no podía ser muy agradable.

A la mañana siguiente cogí el carrito con mis instrumentos y me presenté en su "habitación"

- Buenos días - saludé fingiendo cordialidad.

Tenía las muñecas en carne viva y juré que un hombro lo tenía dislocado. Tal vez debería tener cadenas más largas y nuevas... jajaja, no.

- ¿Qué hago aquí? - preguntó entre sollozos.

- Oh, tuviste suerte de cruzarte en mi camino. - empezó a hiperventilar. - ¿Quieres desayunar? - continué mientras observaba su melena lacia castaña.

No contestó, simplemente intentaba sujetarse con los pies al suelo para aliviar el dolor de sus brazos.

- Es muy sano desayunar. - me acerqué a ella. Cerró los ojos con miedo y apretó la mandíbula, intentando no gritar. Cogí las tijeras de podar, recogí su pelo en una coleta y corté, quedándome con los cabellos en la mano.

Temblaba aterrada y no tenía intención de colaborar, así que tuve que dar un tortazo con la fuerza suficiente para que se relajase. Se resbaló y todo su peso cayó sobre sus brazos. Gritó con fuerza y yo aproveché para mantener su boca abierta. Metí todo el pelo que pude y la forcé a cerrar la boca. Tiré el resto del pelo al suelo y cogí la mordaza. Impedí que pudiese abrir la boca y me aparté a observar. Lloraba y tenía arcadas, pero intentaba controlarse. Hasta que no pudo más y todo el vómito salió por su nariz, acompañado con sangre de la presión de la salida. Se bañó en su propio vómito. 

- ¡Pero mira como te has puesto! - dije simulando el tono de una madre dando de comer a su bebé. - ¡Habrá que limpiarte!

Me puse los guantes y cogí el caldero "con agua y jabón" Se lo lancé y ella empezó a retorcerse mientras su piel se consumía.

- Oh, vamos, ¡si tampoco lleva tanto ácido!

Psicológica o Física, ¿cual prefieres?

Bueno, pues eso, cuál es vuestro tipo de tortura favorita, y por qué, será divertido saber cual y es :D

Por ejemplo, mi favorita es la psicológica. Las torturas psicológicas hacen al sujeto volverse loco y sufrir más en el tiempo si no muere, le deja secuelas y traumas, eso le causará a larga más dolor y sufrimiento.

Imaginenlo , sufrir por algo que pasó hace mucho, y que sigue ahí, haciendo daño.

Las torturas psicolóicas son mis favoritas, ¿Y la tuya?

jueves, 17 de octubre de 2013

La tortura...¿Del placer?

El otro día, un chaval soltó una broma sobre meterse el móvil en modo vibración para darse placer, y se me ocurrió, ¿y si te dan tanto placer, que hasta hace daño?

Mi idea es la siguiente, imagina que estás con tu pareja, en pleno acto sexual, tu ya estás lleno de placer, satisfecho, y quieres parar, pero no, el/ella quiere más, mucho más, y continúa, al principio, dirás:''bueno, no pasa nada, mola'' al rato gritarás que pare, porque no podrás soportar tanto placer.

¿Absurdo eh? Os invito a hacer la prueba, no es agradable, pero nada agradable
                                                                                                                                   -Alber

martes, 15 de octubre de 2013

Muerte por mil cortes, también llamada "Muerte de los mil y un cortes" o "Muerte de los cien pedazos" (en chino, Ling Chi o Leng T’ché) fue una forma de tortura utilizado hasta principios del Siglo XVII para ejecutar penas de muerte,  ya que antes de morir el ir viendo como te van cortando es dolor, mucho, si son mil cortes
La práctica consistía en descuartizar al reo, que previamente era drogado con opio y atado a un poste. Los pedazos del cuerpo eran depositados ante el reo, que era mantenido con vida hasta terminar con una decapitación o la extracción de un órgano vital.

Esta tortura en mi opinión es una de las mejores, ya que no solo sufres físicamente, si no psicológicamente al ver tus trozos delante tuya, pensando que eran tuyos, sobre todo cuando se pase el efecto del opio.

Es una forma que realmente me ha gustado, y que escuché hablar de ella viendo el anime Deadman Wonderland 

lunes, 14 de octubre de 2013

La vida está sobrevalorada

Tenemos eso de vivir muy sobrevalorado con cosas como :YOLO (los que me conocen verán que lo digo mucho, pero es con connotación jocosa) La vida puede acabar en un instante y de maneras muuuuuuuuy dolorosas, como por ejemplo la siguiente:

No es exactamente dolorosa en su término exacto pero si es mucho sufrimiento,pero, si te vendan los ojos, y empiezan a sumergirte en agua, caliente, fría, de manera violenta, acabas en una desorientación perpetua, y puede que al principio lo aguantes...después de 12 horas me cuentas, sufres un agobio muy fuerte, no ves, y solo sientes como la cabeza te da vueltas(esto ocurre cuando te pilla una ola) acabas muerto, o ahogado

             



Hoy me he levantado con un fuerte resfriado y estoy bastante mal, así que pierde calidad         -Alber

domingo, 13 de octubre de 2013

Torturas en videojuegos (I)

Buenas noches damas y caballeros, hoy vengo con las torturas en un videojuego, Metal Gear Solid V: The Phantom Pain.

Este juego, a pesar de no haber salido todavía, solo con el trailer demuestra que el juego no se va a andar con tonterías.


En este trailer destacan dos momentos:



En este primer momento (min. 0:24) muestra la primera tortura del video. Como bien muestra la imagen, se le colocan dos barras metálicas cargadas para que pase una corriente de electricidad por el cuerpo, cosa que resulta realmente dolorosa. Incluye espasmos musculares y quemaduras en la zona del contacto con las barras electrificadas.

En este caso la tortura consiste en echarle agua a alguien con una tela cubriéndole la cabeza (min 1:08). Aunque parece poca cosa, en realidad es una tortura bastante fuerte, no tanto porque provoca dolor, sino por la sensación de ahogo, que como comprenderéis, resulta muy desagradable.

El trailer tiene otros momentos interesantes, sobre todo en los primeros minutos. Merece la pena ver como por fin, esta generación no existe la censura que había antes con ciertos momentos polémicos como los que se muestran en este trailer.

-Coman

sábado, 12 de octubre de 2013

Ira

¿Nunca habéis sentido ese irrefrenable deseo de matar a alguien haciéndole sufrir hasta el punto que no suplica la vida, si no la muerte?No nos engañemos, todos la hemos tenido, ahora,¿por qué no contar lo que se nos ocurrió para hacer sufrir a esa persona?

Empiezo yo: A mi se me ocurrió, arrancarle un ojo, y hacer que se lo comiera, mientras, en el agujero que se quedaba, meter, pero sin llegar a tocar nada importante y matar, un hierro al rojo vivo, luego, arrancarle las uñas, y ponerle en su lugar ortigas, en las piernas, quitarle una capa de piel para que escueza y lo mismo, introducirle por el pene un alfil al rojo vivo y dejarlo ahí, arrancarle los pezones, y colgarlo por el ano de un gancho de hierro oxidado, luego dejar que muera lentamente.


No se si es macabro, o no, simplemente se me ocurrió. Que pasen un buen día
                                                                                                                                -Alber

Corrupción.

Este mundo está corrupto. No queda nadie decente, nadie para echar unas risas sin miedo a una traición. Mujeres vendiendo sus cuerpos, gente gastando su salud con drogas o con comida basura. Pero la culpa no es de las personas, no, es de la sociedad que lo acepta, la sociedad que lo potencia.

Tú vas andando por una calle llena de basura y contaminación de los tubos de escape de los coches, de los camiones y autobuses. Atropellan a una chica que iba más pendiente del teléfono y las redes sociales que de su propia vida. No valoran su maldita vida, solo les importa pasarlo bien y cuando mueran, pues morirán. Nada más les importa. Pasar el rato. Te chocas contra un chico que va corriendo, se ha entretenido con el ordenador y llega tarde a esa estúpida cita con esa chica a la que todo el mundo adora, pero que luego no es más que un cuerpo inerte, en su cerebro no hay nada.

Y ves tu oportunidad. Una mujer, de unos treinta años, el pelo demasiado teñido, la falda demasiado corta y moviendo su bolsito. Está buscando clientes, alguien con quien sacar dinero para comer. A nadie le importa lo que hace, simplemente buscan un placer rápido y olvidarse. Deberían valorar más el placer y la forma de conseguirlo.

Te acercas y le dices:

- ¿Tienes planes para esta noche, guapa? - es muy fingido, tú sabes lo que es y ella sabe que lo sabes.

Te sonríe y te acerca sus pechos.

- Estoy libre. - contesta orgullosa.

- Acompáñame.

A medio camino te pregunta si tiene que andar todo el camino. Vas tonteando, no quieres que sospeche de  lo que en realidad tienes pensado hacer con ella.

Llegas a la puerta de tu casucha y abres la puerta. Le ofreces entrar amablemente y ella sonríe, se está mentalizando para estar con otro hombre más.

Cierras cuando entras y le muestras el camino hasta las escaleras del sótano. Ella baja, empieza a tener miedo, puedes verlo en sus pupilas dilatadas.

- ¿No sería mejor en una habitación? - pregunta.

Te ríes débilmente. Te sientes superior, está bajo tu control.

Te acercas a ella y agarras sus muñecas. Sacas unas esposas del bolso de tu gabardina y la esposas.

- No es necesario hacer esto... - protesta. - yo tengo mis propias esposas.

- No son como estas. - remarcas el "estas"

Haces que se dé la vuelta y clavas un puñal que sacas de otro bolso de tu gabardina en su muslo, muy cerca de sus partes íntimas, ella grita de dolor y tú sonríes.

Tu puño en su mandíbula y ella está tumbada retorciéndose de dolor. Te acercas a un armario y sacas ese rudimentario instrumento. Te acercas y pones tus piernas a los lados de su cuerpo, ella te mira con lágrimas en los ojos y rogando que no hagas nada, mira con miedo tu herramienta, de la que desconoce su utilidad.

Agarras su mandíbula y haces que abra la boca, introduces tu objeto de tortura y enganchas una muela. Ella grita como puede y se agita, intentando liberarse, pero tu peso se lo impide. Tiras con fuerza y ella suelta tal alarido que sientes un escalofrío. Sale sangre de su boca y tienes su muela en tu poder.

- No valoras la vida ni a ti misma. Lo mereces. - dices convencido.

Te levantas, tirando al suelo el sacamuelas y la muela. Te diriges a una caja que hay encima de una mesa y coges una navaja y un punzón. Vuelves con ella, está llorando desesperada y cierra los ojos cuando aproximas la navaja a su cara. Cortas una vez, otra más, desciendes hasta su hombro, son cortes superficiales que no matan, pero que duelen; el brazo, la mano. Su abdomen y una pierna. Tiras lejos la navaja, ella reza por su vida y suplica que pares. Sus labios están teñidos del rojo de su sangre. Te encargas del punzón, lo clavas con fuerza una y otra vez en sus senos y decides hacer algo. Lo clavas en su ojo y lo dejas allí, se está quedando sin fuerzas para gritar y sabes que lo mejor es dejarla sola con su sufrimiento.

viernes, 11 de octubre de 2013

Síndrome de Abstinencia

Buenos días, ya que ayer no subí una entrada, la subo ahora por la mañana, con una tortura en mente.

Bien, empecemos, el síndrome de abstinencia, es cuando alguien tiene ''mono'' de algo, y buscamos cualquier cosa para,satisfacer ese mono, bueno, pues eso puede ser usado como tortura,¿no creen?

Se me ha ocurrido lo siguiente:

-Hacemos drogadicto a alguien, con una droga fuerte, como puede ser la heroína.
-Cuando llegue al estado máximo de adicción, no dársela durante periodos largos de tiempo, sin hacer que se desintoxique, esto hará que se vuelva loco por calmar el mono, pero sin superar ese síndrome de abstinencia. Hecho continuadamente, no podría decir que pasará, que de hecho he ahí la gracia de esta tortura, yo supongo, que podrían pasar 2 cosas:

-Seguir así indefinidamente hasta que no pueda más y se suicide
-O que se suicide directamente


Pueden darme su opinión, y que pasen un buen día                                                        -Alber

Torturas en anime (I)

Buenas noches damas y caballeros, se presenta ante ustedes un humilde servidor llamado Coman.
En este blog  me voy a centrar con los que se han descrito en diferentes medios, ya sea escritos o audiovisuales.
  En esta entrada voy a centrarme en un anime llamado higurashi no naku koro ni, que a pesar de su aspecto, en principio tiene una estética que parece que es más para niños,  es uno de los animes más bestias que he visto.
En lo posterior de esta entrada, contiene spoilers de las serie.(Y alguna imagen/ video, no apto para sensibles(como casi todo en este blog xDDD).







Comencemos:

1-Muerte de satoko

En este caso es una muerte provocada por una tortura bastante sangrienta que básicamente consiste en un acuchillamiento continuado en diferentes zonas del cuerpo, hasta la muerte. Muy doloroso y muy duro de ver si conoces el contexto en el que se sitúa este acto. 


2-Extracción.

Esta tortura consiste en abrir al torturado por la zona abdominal e ir poco a poco sacándole el intestino y demás entrañas de tal manera que sienta un dolor insoportable, pero sin llegar a desmayarse. Por suerte, en la serie no aparece en ningún momento esta tortura en vivo, pero se muestra una imagen bastante descriptiva de lo que es la tortura.


3-Arranque de uñas 

Con el nombre de la tortura queda bastante claro de que va el tema. Consiste en el arranque total de la uña mediante una máquina bastante macabra.

Aunque el video no llega a ser explícito la escena da bastante repelús.


Con esto me despido, hasta otro día.

-Coman

El Ojo del Crepúsculo

Para entrar en la Orden del Ojo del Crepúsculo, se ha de pasar por una tortura, la cual consiste en lo siguiente:

Un padre y un hijo, se han de hacer inseparables, uña y carne, una vez  hecho esto, viene la parte sádica.
Una noche de Luna llena, en un sala oscura, solo iluminada por la luz de la Luna, el padre, ha de ser descuartizado de todas las maneras posibles, el niño, apenas tendrá 12 años, edad suficiente para recordarlo toda su vida, si el niño, profiere cualquier tipo de gemido, llora, o cualquier acto que no sea la absoluta impasibilidad, toda la familia será descuartizada, y será el niño quien recoja los restos, los guarde, y tenga que vivir con ello toda su vida.

Hay veces, que la tortura psicológica es la más dolorosa.              
                                                                                                                                           -Alber

jueves, 10 de octubre de 2013

La silla de Judas

Cuentan, que en una sala de tortura de 1700, había un hombre, acusado de hereje.El hombre negaba una y otra vez que el no había sido, pero el torturador era un sádico, obviamente a el le daba igual, quería verle sufrir, así, que ideo lo siguiente:

Imaginen, una silla normal, ahora, pónganle cientos de clavos al rojo vivo y afilados como los colmillos de una serpiente, sentarte una vez, y otra, y otra, ¿soportarías el dolor? Probablemente no, pero el torturador disfrutará viendo como sangras.

El torturador que creó esto, no se si darle mi enhorabuena, o tacharlo de enfermo
                                                                                                                           -Alber

Hierro y sal.

Me desperté pero no podía ver ni moverme. En cierto momento me di cuenta de que estaba atado a una silla y que tenía una venda en los ojos. ¿Cómo había llegado allí? Recordaba una fiesta y... negro. Había un vacío en mi mente. Tenía miedo. ¿Me había metido en alguna clase de perversión sexual o...? Oí el sonido de una puerta de metal abriéndose y cerrándose de nuevo. Unos pasos hacia mí, unos pasos calmados y lentos. Sentía mi respiración agitada y mi pulso acelerado.

- Hola, hola, hola. - saludó una mujer joven al lado de mi oído.

Apoyó sus manos en mis hombros y las deslizó por mi espalda arañando levemente.

"Es la última vez que bebo" - me prometí a mí mismo pensando en que no quería probar el sado.

Quise soltarme, pero era imposible, estaba bien atado.

- Esto es un error... - dije nervioso. - Déjame marchar,

- No... no. - oí un sonido metálico. - Tú no te vas a ninguna parte.

Noté el filo de un cuchillo contra mi espalda.

- Por favor. - susurré. No... no me gustan las perversiones... yo... esto... suéltame.

La mujer se rió con fuerza mientras hacía un corte largo con el cuchillo en mi espalda. Grité de dolor.

- Lo digo en serio, suéltame. - supliqué.

- No, esto acaba de empezar. Y no es una perversión, esto es tu último día de vida.

- Tiene que ser una broma. - tiré de las cuerdas, intentando liberarme, pero empezaban a irritar la piel.

Noté que hacía mucho color y que olía de una manera extraña.

- ¿Qué pasa? ¿No te gusta el calor? - se burló.

No contesté, parecía que iba en serio y empezaba a tener mucho miedo.

- Se dice que en la escala del dolor, el primer puesto es para los partos, pero como eres un hombre, habrá que buscar otra manera de hacerte ir al infierno. Además para mí será divertido. - en su voz estaba escrita una amenaza.

Me dio un beso en la mejilla y me susurró un "ahora vuelvo"

Me removí, intentando liberarme, mientras se alejaba. Me ardían las muñecas, estaba haciendo más fuerza de la que pensaba. Estaba empezando a sudar y a temer de verdad por mi vida de verdad.

Oí los pasos acercarse de nuevo y me tensé. ¿Qué me iba a hacer? Estaba temblando de miedo. ¡Tenía que ser una cámara oculta o algo! No podía ser verdad.

-Por cierto, cuanto más grites, más daño te haré. - dijo feliz.

- ¡Por dios! ¡Estás enferma! - exclamé sin pensar.

- Tiene que ser triste no ver tus últimos momentos de vida. - teatralizó pareciendo apenada.

Algo ardiendo fue a parar a mi espalda y solté un alarido de puro dolor que me hizo incluso daño en la garganta. Me estaba quemando, ardía, escocía y era como poner la mano en el fuego.

- ¿Está suficientemente caliente el hierro? - se rió mientras lo separaba de mi carne, ya no podía haber piel.

Lo volvió a colocar, esta vez más arriba y calcó más contra mi anatomía. Chillé mientras se me saltaban las lágrimas.

- Por favor. - supliqué.

Lo deslizó (como pudo, se quedaba adherido a mi piel) y yo luchaba cada vez más por liberarme, no sentía el dolor en las muñecas, era insignificante al lado de las quemaduras. Retiró el hierro, agarró mi melena y tiró con fuerza, haciendo que echara la cabeza hacia atrás.

- Cuanto más grites, peor será, estás avisado. - susurró.

Apoyó el hierro en mi barbilla sin soltar mi pelo. ¡Tanto dolor no podía ser real! Me contuve para no gritar, apretando la mandíbula y respirando con fuerza, pero al final no pude resistir y volví a gritar. Ella se rió como una loca mientras se alejaba de mí.

- Deberías empezar a suplicar que te mate.

Se movió, apoyó una mano sobre mi pecho y dio un empujón que hizo que la silla se desequilibrase y cayese hacia atrás, haciendo que me diese un fuerte golpe en la cabeza, además del impacto de la silla con el suelo. Me empezaron a pitar los oídos y empecé a sentirlo todo muy distante. Apoyó el hierro otra vez, esta vez contra mi abdomen, luego contra el pecho, así repetidas veces hasta que empecé a suplicar mi muerte. Lloraba desesperadamente, como un niño recién nacido, me faltaban las fuerzas y la voz para gritar y dudaba si seguía vivo o ya estaba en el infierno.

- Esto no acaba aquí. - oí su voz distante. - ¿Te gusta la sal? Porque a mí me encanta.

¿Qué? ¿Sal? ¿Qué iba a hacer con ella?

Puso una de sus manos sobre una de las quemaduras más grandes.

- Te voy a dar un masaje, para que veas que soy buena y comprensiva.

No tenía fuerzas ni para gritar, pero si hubiese podido, me hubiese sacado el corazón con mis propias manos.

- ¿Qué? ¿Ahora no te quejas? Qué pena... eso significa que ha llegado la hora.



Una buena Tortura

Torturas, alguna vez las habremos necesitado, o al menos hemos pensado en usarlas, pero, la pregunta es ¿Cual usar? Mi respuesta, la que más te guste, desde esponjas por la nariz hasta ácido a modo de colirio, pasando por descuartizar a la familia del torturado y luego obligar al torturado a comérsela. ¡Imaginación al poder!

                                                                                                                                        -Alber